martes, 2 de octubre de 2012

Relación ´Tío - Sobrina

Alejandra es una mujer con unas tetas espectaculares, de baja estatura, un promedio de 1.50, bastante bonita y algo dadivosa con su cuerpo. Siendo madre soltera, todo el que se le acerca con deseos de poseerla prácticamente logra su resultado.

Como recordarán mi bisexualidad hizo que yo tuviera una relación de pareja con mi sobrino y hermano de Alejandra. Pues terminada dicha relación, me entró morbo por ver si era posible poseer a Ale.

Alejandra no llegaba con tanta frecuencia a mi casa; sin embargo cuando quise comprobar que tan fácil era que cayera en mis manos, estuvo llegando bastante seguido, lo que aproveche para que cuando mi esposa no me veía, comencé por quedarme viendo a sus pechos, inicialmente Ale me decía “que tanto me ve usted” y yo no le respondía, luego mi estrategia fue quedarme viendo su vagina. De nuevo inicialmente ella se sentía como incomoda, pero a la vez se le notaba que le gustaba que yo sintiera interés por ella.

Así pasé varios meses y pasó un tiempo en que ella con sus hijas dejó de llegar, pero resulta que un sábado me dice mi esposa “vamos a visitar a las cipotas” refiriéndose a mis sobrinitas, las hijas de Ale, y me agregó “llevemos unas cervezas para poner borracha a Alejandra. Dicho y hecho, pasamos al super y compramos una caja de cervezas y nos fuimos a casa de Ale. Ella estaba sola con las niñas (en esa fecha Norma, la que se volvería también mi dama contaba con más o menos 14 años.

Ya entrada bien la tarde, Ale ya estaba bastante tomada y como estábamos en el patio de la casa y las niñas adentro, no sé ni cómo, pero se me ocurrió que cuando mi esposa se iba al baño por tanta cerveza tomada, descaradamente me sacaba la verga y se la mostraba a Ale. La primera vez que se lo hice me dijo en voz baja “tío usted está loco, lo va a ver mi tía y nos va a matar”. Yo le respondí que no me importaba, que ella me tenía loco y que deseaba que fuera mía y que si quería que dejara de enseñarle la verga, me la tenía que acariciar aunque fuesen unos segundos.”

Cuando llegó mi esposa, seguimos platicando como si nada y pues seguíamos tomando más cerveza., como a la hora, nuevamente mi esposa se levantó para ir a orinar por como cuarta ocasión, momento que no deje de aprovechar y me saco nuevamente la verga y me le acerco a Alejandra, ella me la agarra y me la soba y hace como si me va a masturbar, luego me dice “vaya, ya hice lo que me pidió, guárdesela tío, por favor”. Me la guardo y le digo, “el lunes te hablo a tu oficina para que nos pongamos de acuerdo y llevarte al motel.” Ella no me responde pero tengo la seguridad de que ya cayó en mis redes.

Llegado el lunes, me pongo en contacto con mi sobrinita y luego de ponerse un poco nerviosa y negativa, me dice que está bien, que nos veamos el viernes, que la llegue a traer a su oficina. Se llega el viernes y efectivamente me está esperando en donde habíamos quedado, se sube al carro y me da un beso en la mejilla. Yo le agarro la mano y la lleva sudada, signo de nervios y le digo “porque vas nerviosa mi amor”, ella me dice “es que tío, si mi tía se da cuenta nos va a matar a los dos”, le pongo mi mano en una de sus piernas y se la acaricio al mismo tiempo que le digo “ninguno de los dos le va a contar nada y de ahora en adelante vas a ser mi mujer, no mi sobrina”.
Llegamos al motel La Pradera, conocido como el Caminito de Heidi y entramos a la habitación. La abrazo, le quite su blusa y luego ella sola se quita el brassier y me le pego como niño desnutrido a chuparle esas hermosas tetas que tiene. Nos acostamos y le quito su tanga y me aparece su torita (vagina) bien depilada. Es una vagina pequeña, hermosa, meto mi lengua y ella se pone a gemir, agarra mi cabeza y la acaricia, cuando ya su vagina esta mojadita, le meto uno de mis dedos y le acaricio el clítoris, ella me dice que me acueste que quiere cabalgarme. Se sube y se mete mi verga de un solo, comienza a metérsela y sacársela, gimiendo, a los pocos minutos se viene y grita, se acuesta y yo la sigo pisando pues para que la verga se me pare, una hora antes de vernos, me había tomado una viagra. La piso por unos 20 minutos y terminó adentro de su vaginita. Me abraza ya más relajada, nos vestimos y nos vamos.

Lastimosamente nuestra relación solo duró como 6 meses, pues mi esposa se dio cuenta que yo la iba a dejar todos los días a su trabajo y una vez nos siguió en su carro, por suerte, ese día, nos cruzó el carro pero como íbamos para el trabajo de mi sobrina, solo me armó un gran escándalo y pasó un tiempo de enemiga de mi sobrina, pero afortunadamente al no comprobar mi relación sexual con mi sobrina, ya la visita nuevamente y aunque no tienen una perfecta relación, pero ya se hablan.

Les invito a que lean el otro relato en donde cuento como con la hija de Alejandra, hoy a sus 21 años, se ha convertido también en mi amante.

Con cariño: Vanessa Jazmín.

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